jueves, 26 de noviembre de 2009

NIÑOS CON NESECIDADES ESPECIALES



METODO SUZUKI



El método Suzuki se fundamenta en que los niños pueden aprender a tocar un instrumento musical de la misma manera en que aprenden a hablar su lengua materna; escuchando, imitando y repitiendo. Shinichi Suzuki, su creador, era un violinista japonés, educador, filósofo y filántropo, él percibía que desde su gestación los niños están en permanente estimulo por sonidos como los latidos, voz y canto de la madre como por los sonidos externos, ruidos, voces y la música del ambiente.
Se dio cuenta que luego de nacer, los niños tratan de imitar lo que escuchan, repiten, memorizan palabras, gestos, comportamientos; de esta manera aprenden. Aplicó estos principios de aprendizaje a la música y dedicó la vida al desarrollo del método que llamaba “Educación del Talento”.El talento es entendido por la metodología suzuki, no como algo innato, sino como un potencial enorme con el cual todos los niños nacen y que se puede desarrollar a un nivel muy alto dentro de un ambiente estimulante. La educación convierte el potencial en talento, para la música o cualquier disciplina. ¿Por qué aprender música?
La filosofía suzuki concibe a la música como parte integral del desarrollo del niño, la meta no es solamente crear músicos profesionales, sino también formar seres humanos, con valores como la perseverancia, el afán de superación, y la confianza en sí mismo. Es como lo afirma Suzuki “la búsqueda de un mejor ser humano que explora todas sus capacidades”. “Si un niño oye buena música desde el día de su nacimiento, y aprende a tocarla él mismo, desarrolla su sensibilidad, y disciplina y paciencia. Adquiere un corazón hermoso”. La música desarrolla la memoria, la autoestima, concentración, coordinación, socialización y sobre todo la sensibilidad. Beneficios en el aprendizaje
La educación músico-instrumental desarrolla el sentido del ritmo, lo que incide en la formación física y motora del niño, proporcionándole un mejor sentido del equilibrio, lateralidad y motricidad. El desarrollar el oído no sólo sirve para el estudio de la música, sino para el resto de su formación intelectual.El estudio de la música, la disciplina y continuidad que presupone, así como el esfuerzo en la consecución de una meta, el adiestramiento motriz, desarrollo del sentido del ritmo además de la educación auditiva, no son aspectos de utilidad estrictamente musical, sino que producen un efecto de transferencia a los demás aspectos intelectuales, sensoriales y motrices. Suzuki sostiene que un niño que “oye mucho y bien”, que sabe escuchar y discriminar entre distintos sonidos y tonos, capta mejor los mensajes en la escuela, aprende con más facilidad y llegará a dominar su idioma antes que los niños no educados musicalmente. También asegura que muchos de los niños que se denominan “torpes o lentos” sólo tienen dificultades de audición, y al superar este problema, mejoran rápidamente.Beneficios en la personalidad del niño
El trabajo musical contribuye a la autoestima del niño, a valorar sus destrezas, le permite actuar más seguro de sí mismo, independiente, al aceptar desafíos y al reconocer su valor personal, puede ser más tolerante frente a sus limitaciones y frustraciones. Aprender a tocar un instrumento musical implica persistencia y el esfuerzo por intentar hacer cosas difíciles, cualidades tan necesarias en todos los aspectos de la vida.No se espera obtener resultados perfectos técnica y musicalmente para que el niño pueda tocar en público; se valora su actitud; se le brinda oportunidades de tocar tanto en grupo y en público para motivarlo y educarlo a mostrar y compartir su esfuerzo. Tocar para otros aumenta su confianza en sí mismo.El papel de los padres
Son considerados los mejores maestros, aunque no tengan la suficiente preparación académica, su tarea es compartir con sus hijos, apoyarlo, amarlo incondicionalmente, elogiando sus esfuerzos, esto es lo que le dará al niño la seguridad que necesita para desenvolverse en la vida. Podemos decir que no se trata de hacer de nuestro niño un músico eximio y decidir su futuro, sino darle la oportunidad de explorar, aprender y sobre todo disfrutar de la música, sin llegar a sobreestimularlo, los niños pueden desarrollar sus talentos tanto en la música como en otras áreas o artes, ellos son los que finalmente nos demostrarán sus habilidades, sus preferencias y su disposición para aprender cualquier disciplina.

EL METODO SUZUKI



El método Suzuki se fundamenta en que los niños pueden aprender a tocar un instrumento musical de la misma manera en que aprenden a hablar su lengua materna; escuchando, imitando y repitiendo. Shinichi Suzuki, su creador, era un violinista japonés, educador, filósofo y filántropo, él percibía que desde su gestación los niños están en permanente estimulo por sonidos como los latidos, voz y canto de la madre como por los sonidos externos, ruidos, voces y la música del ambiente.
Se dio cuenta que luego de nacer, los niños tratan de imitar lo que escuchan, repiten, memorizan palabras, gestos, comportamientos; de esta manera aprenden. Aplicó estos principios de aprendizaje a la música y dedicó la vida al desarrollo del método que llamaba “Educación del Talento”.El talento es entendido por la metodología suzuki, no como algo innato, sino como un potencial enorme con el cual todos los niños nacen y que se puede desarrollar a un nivel muy alto dentro de un ambiente estimulante. La educación convierte el potencial en talento, para la música o cualquier disciplina. ¿Por qué aprender música?
La filosofía suzuki concibe a la música como parte integral del desarrollo del niño, la meta no es solamente crear músicos profesionales, sino también formar seres humanos, con valores como la perseverancia, el afán de superación, y la confianza en sí mismo. Es como lo afirma Suzuki “la búsqueda de un mejor ser humano que explora todas sus capacidades”. “Si un niño oye buena música desde el día de su nacimiento, y aprende a tocarla él mismo, desarrolla su sensibilidad, y disciplina y paciencia. Adquiere un corazón hermoso”. La música desarrolla la memoria, la autoestima, concentración, coordinación, socialización y sobre todo la sensibilidad. Beneficios en el aprendizaje
La educación músico-instrumental desarrolla el sentido del ritmo, lo que incide en la formación física y motora del niño, proporcionándole un mejor sentido del equilibrio, lateralidad y motricidad. El desarrollar el oído no sólo sirve para el estudio de la música, sino para el resto de su formación intelectual.El estudio de la música, la disciplina y continuidad que presupone, así como el esfuerzo en la consecución de una meta, el adiestramiento motriz, desarrollo del sentido del ritmo además de la educación auditiva, no son aspectos de utilidad estrictamente musical, sino que producen un efecto de transferencia a los demás aspectos intelectuales, sensoriales y motrices. Suzuki sostiene que un niño que “oye mucho y bien”, que sabe escuchar y discriminar entre distintos sonidos y tonos, capta mejor los mensajes en la escuela, aprende con más facilidad y llegará a dominar su idioma antes que los niños no educados musicalmente. También asegura que muchos de los niños que se denominan “torpes o lentos” sólo tienen dificultades de audición, y al superar este problema, mejoran rápidamente.Beneficios en la personalidad del niño
El trabajo musical contribuye a la autoestima del niño, a valorar sus destrezas, le permite actuar más seguro de sí mismo, independiente, al aceptar desafíos y al reconocer su valor personal, puede ser más tolerante frente a sus limitaciones y frustraciones. Aprender a tocar un instrumento musical implica persistencia y el esfuerzo por intentar hacer cosas difíciles, cualidades tan necesarias en todos los aspectos de la vida.No se espera obtener resultados perfectos técnica y musicalmente para que el niño pueda tocar en público; se valora su actitud; se le brinda oportunidades de tocar tanto en grupo y en público para motivarlo y educarlo a mostrar y compartir su esfuerzo. Tocar para otros aumenta su confianza en sí mismo.El papel de los padres
Son considerados los mejores maestros, aunque no tengan la suficiente preparación académica, su tarea es compartir con sus hijos, apoyarlo, amarlo incondicionalmente, elogiando sus esfuerzos, esto es lo que le dará al niño la seguridad que necesita para desenvolverse en la vida. Podemos decir que no se trata de hacer de nuestro niño un músico eximio y decidir su futuro, sino darle la oportunidad de explorar, aprender y sobre todo disfrutar de la música, sin llegar a sobreestimularlo, los niños pueden desarrollar sus talentos tanto en la música como en otras áreas o artes, ellos son los que finalmente nos demostrarán sus habilidades, sus preferencias y su disposición para aprender cualquier disciplina.